El soplo de Dios

Bienvenidos de nuevo a mi blog. En este segundo post quiero compartirles un nuevo extracto del primer capítulo de mi primer libro «Tú sí puedes» ¡Espero que os bendiga enormemente! Y os recuerdo que ya está disponible para su compra en amazon desde cualquier lugar del mundo, sólo tenéis que hacer click aquí para adquirirlo desde España, o aquí para adquirirlo desde cualquier otro lugar del mundo. Ahora sí, ¡Vamos allá!

“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.” (Génesis 2:7)

El soplo de Dios

Este soplo tenía la esencia de Dios mismo, es decir, Dios sopló (depositó) la plenitud de Su Espíritu en lo que se convirtió en clímax de su obra creada. Esto es lo que distinguió al hombre del resto de la creación. ¡Sí! todas tus células, ADN, moléculas, hidrógenos, protones, neutrones, electrones, átomos, etc., no fueron creados por un hombre, sino que, junto con cada uno de tus órganos vitales, fueron formados, y son sustentados, por un soplo de la vida de Dios.

De igual forma, en tu espíritu y mente, ese soplo pone poder, inteligencia, y la capacidad de reproducirse y multiplicarse, lo cual te constituye en un ser semejante a Su imagen y semejanza, y te da autoridad para sojuzgar y gobernar.

Dicho esto, ¿Entonces qué es el aliento de Dios? La palabra hebrea para aliento es “ruaj”, que significa “viento”, “aliento”, “aire”, “espíritu”. De modo que podemos decir que el aliento de Dios Es la vida y el poder de Dios para vivir. Esta es una vida que existe sin cesar, pues la parte inmaterial del hombre fue diseñada para no morir y vivir eternamente. La pregunta es ¿dónde quieres vivirla?

Tú decides donde vivir tu eternidad

Después de la caída, el hombre está operando, según estudios, con un dos por ciento de su capacidad mental, lo cual demuestra que, cuando presta oído a satanás, el ser humano pierde del ADN de Dios, depositado en su interior a través del aliento de vida.

Por eso debemos de cuidar tanto cuando un bebé viene en camino, porque lo que viene no sólo es un ser humano, sino que viene algo desde el propio soplo de Dios, algo que carga una ADN con eternidad dentro de sí, y esta es la razón por la que el diablo trata de matar cada bebé, trabajando para estropear o destruir esa vida, incluso desde que es
engendrado en el vientre de su madre.

Ahora que sabes que todo lo que Dios crea es con un propósito, entenderás por qué el enemigo intentará destruir o confundir cada persona para que no encuentre su identidad ni propósito, pues estos son una manifestación de la eternidad de Dios en la tierra. Por eso no es de extrañar que el diablo use cualquier arma para deteriorar tu propósito y convencerte que eres una persona común, buscando conseguir que te mezcles con el montón, poniendo un muro que te haga invisible.

Esto me lleva a mi motivación para escribir este libro, que no es otra que retarte a ser diferente y decirte: ¡TU SI PUEDES!

Hasta aquí este extracto de mi libro. Espero que te haya gustado, y ya sabes, si quieres leerlo completo, puedes adquirir el libro aquí. ¡Bendiciones!

Publicado por Pastora Araceli Echeverría

Autora del libro "Tú si puedes" y pastora en el ministerio por más de 15 años. Residente en la ciudad de Bilbao, España.

3 comentarios sobre “El soplo de Dios

  1. Hola buenos días.. ayer sentía menta en mis ojos yo sinceramente no e tocado menta y me tocaba y no tenia nada ahora siento que el cuerpo tengo mental ahora me caí de las gradas al sentir eso

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  2. Realmente es algo revelador el saber lo grande que es el señor y de que manera no muestra en esta palabra el propósito por cumplir en nuestras vidas, y es verdad el enemigo siempre estará presto para arruinar los planes, pero que bueno que el señor no nos dejara hasta cumplir ese propósito en nuestras vidas.

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