Estoy muy feliz de compartir con todos que, el próximo mes de noviembre, publicaremos la 3ª y definitiva edición de mi primer libro titulado «Cultura, tradición vs. Principios del reino sobrenatural» junto con mi editorial, Crecer en Conocimiento. Por eso, quiero compartir con ustedes la introducción del libro, para que sepan lo que se van a encontrar una vez que lo adquieran. Próximamente les dejaremos saber más información sobre el lanzamiento oficial.
Los creyentes, que aman a Dios y a su Palabra, quieren experimentar las promesas declaradas en la Biblia. Sin embargo, en muchas ocasiones, es como si hicieran fila en los supermercados peleando por el producto deseado. Como si dijeran “esa promesa es para mi», «yo vi esa bendición primero», etc. Pero me pregunto: ¿Cuánto tiempo tardan en llegar a casa dichas promesas? ¿Cómo se puede hacer para materializarlas? ¿Son para todos sus hijos las promesas? ¿Basta con pedirlas?
No dudamos de la veracidad del legado prometido, ni del poder de Dios para cumplirlo, sino, más bien, nuestro propósito es demostrar, a la luz de la Palabra de Dios, cuáles son los principios que sustentan lo prometido por Dios, pues mientras nuestro enfoque esté centrado en los dones, en las cosas, o nuestras necesidades, nos sucederá como dice el refrán: “Un árbol no nos permitirá ver el bosque”.
La verdadera prioridad de los hijos e hijas de Dios hace que se concentren en la persona de Dios. En otras palabras, debemos amar más al Dador que al regalo. Jesús Dijo: “no me buscáis a mi…” (mis enseñanzas, mi relación con Dios, lo que soy y represento) “…sino porque tuvisteis hambre y os di de comer.” (necesidades).
Por supuesto que Dios quiere bendecirnos y que indiscutiblemente todo es por su gracia y favor, y por eso mismo es la necesidad de escribir este libro, para que entendamos que hay que entrar en el reino de Dios y vivir de los recursos inagotables y sobrenaturales que en él hay. Los principios del reino de Dios son su carácter revelado, el cual es lo único que traerá bendiciones permanentes a su vida. No tendrá que hacer interminables filas para recibir una bendición, no tendrá que vivir con migajas cuando hay panes enteros recién horneados en la mesa del Señor. Diga ¡NO! a la mezquindad y la escasez. A quien vive sustentado por los principios de Dios, las bendiciones le persiguen, ya que éstas son el resultado de vivir en los fundamentos correctos.
La gracia de Dios te válida y capacita para entrar en el Reino, sus principios te mantienen en él de manera exitosa.
Si aplicas los principios del reino de Dios escritos en su Palabra, todas estas bendiciones te alcanzarán. Las bendiciones del Rey, y de su reino sobrenatural.