La verdad es que puedo dar testimonio de que dar gracias cada día, en cada situación, por cada favor, por cada actitud restauradora de alguien hacia mí, por cada enseñanza, por cada bendición, y por tantas y tantas bondades que he recibido a lo largo de mi vida, no ha tenido más que efectos positivos y beneficiosos para mí. Así mismo, he comprobado en mis propias carnes, que cuando uno manifiesta una actitud desagradecida, hay oportunidades y conexiones con personas que nos hubiesen podido bendecir, a las cuales cerramos la puerta de un bandazo.
Es por esto precisamente que en esta serie comparo la acción de dar gracias con una llave. Esta llave tiene el poder de abrir puertas y conexiones con relaciones beneficiosas para una persona, y al mismo tiempo, cuando no se tiene, mantiene esas mismas oportunidades cerradas y bloqueadas.
¿Se ha topado usted con alguien desagradecido? ¿Alguna vez ha sido decepcionado por una persona a quien usted ayudó, y que su actitud en respuesta fue impropia, falta de agradecimiento y altiva? Seguro que su respuesta a estas preguntas, lastimosamente, sea “Sí”. Ahora permítame que le pregunte ¿Qué imagen se formó usted de esas personas? Y ¿Cómo se sintió usted con esa actitud?
Es verdad que todos nos hemos encontrado alguna vez con personas así, y que usualmente esta actitud nos afecta a todos de igual forma, haciéndonos sentir decepcionados y en algunas ocasiones airados o enojados. Esa es la huella que deja la falta de agradecimiento de una persona. Ahora permítame que le haga reflexionar un poco con la siguiente pregunta: ¿Alguna vez ha sido usted la persona desagradecida? ¿Habrá alguna puerta que está cerrada en su vida por causa de esto? Si es así, le invito a que comience a usar la llave maestra del agradecimiento.
CRECER EN CONOCIMIENTO 