el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, 27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,
COLOSENSES 1:26-27
La Biblia dice que Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza y éste habitaba en su gloria hasta el día que pecó. Entonces fue destituido de la gloria de Dios, es decir, fue expulsado del Edén (Vea Romanos 3:23)
Ahora bien, el texto del encabezado dice que desde el comienzo del mundo este misterio estaba oculto. Por tanto, hay que preguntarse ¿a qué misterio se refiere? Dios tenía un plan para manifestar o revelar al mundo, pero debía ir poco a poco quitando el velo de este misterio. Esto es lo que conocemos como revelación progresiva.
La revelación de Dios a lo largo del Antiguo Testamento prefigura, anticipa y anuncia de antemano la redención que realizaría en la persona y obra de Su hijo Jesucristo. Cuando los apóstoles leyeron el Antiguo Testamento, vieron en cada página, por así decirlo, referencias a Cristo y Su reino. Jesús es el segundo Adán, el guardián perfecto de la ley, el descendiente de David que se sentaría en el trono de David para siempre, el máximo cantor de los salmos, la sabiduría de Dios, el Siervo Sufriente, el Sumo sacerdote perfecto, y el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo, por nombrar solo algunos de los nombres u oficios que se cumplieron en Él.
El fundamento teológico de esta convicción es que Dios es soberano sobre la historia y es el autor de las Escrituras. Como tal, Dios anunció de antemano —en tipo y sombra, promesa y profecía— la redención que realizaría por medio de Su Hijo encarnado.
¿PARA QUÉ HIZO ESTO?
Hizo esto para que Su pueblo creyera en el Mesías prometido antes de Su venida y para que aquellos que conocen al Cristo que ha venido puedan tener una mayor comprensión de la obra que realizó por medio de Su sufrimiento y gloria.
Entonces Jesús les dijo: —¡No sean tan tontos! ¿Por qué les cuesta tanto creer todo lo que dijeron los profetas? ¿Acaso no dijeron que el Mesías tendría que sufrir todo eso antes de dar comienzo a su período de gloria? Entonces Jesús les explicó todo lo que había sido escrito sobre él en las Escrituras, empezando con los libros de Moisés y todos los profetas.
Lucas 24:25-27
Cristo está presente en el Antiguo Testamento por medio de:
- PROMESAS. En numerosos lugares, Dios prometió la venida de un Salvador y redentor para deshacer la maldición del pecado (Vea Génesis 3:15)
- PROFECÍAS que anunciaban una y otra vez la venida del Mesías, el Salvador de Israel y el reino que inauguraría (Vea Isaías 9:6-7)
Además de las promesas y profecías que predicen claramente la persona y la obra del Mesías venidero, Cristo está presente en el Antiguo Testamento en forma de tipos y sombras. La palabra «tipo» proviene de la palabra griega tupos, que puede significar literalmente una impresión.
Los tipos en el Antiguo Testamento son impresiones o huellas de Cristo. No son Cristo mismo, sino que dan testimonio de Él. Estas señales dirigían a los creyentes a ver en ellos a Cristo mismo.
Los tipos en el Antiguo Testamento se pueden ver en personas, lugares, cosas o eventos que prefiguran la obra de Cristo o un aspecto de Su reino. Si quieres conocer más sobre ellos, no te pierdas mi próximo post.
Gracias por compartirlo. ¡Bendiciones!