Confirmaciones.

¿Te gusto?

¿Qué opinas de mi?

¿Compartes mi vida?

¿Te complace lo que hago?

¿Hay algo en mi que no está bien?

¿Por qué ya no te veo recorriendo los cuadritos de mi perfil?

Vivimos buscando incansablemente confirmaciones de quienes somos; gastamos nuestro tiempo y así mismo la vida buscando encajar. Caminamos esta vida con alertas todo el tiempo, preparándonos para las tragedias del alma. Nos asusta pensar que puede llegar el momento en el que NO nos aprueben, NO nos califiquen o NO seamos parte de algo o de alguien.

Desde pequeños queremos formar parte de un grupo en el colegio, crecemos y queremos ser parte de los mejores egresados de la universidad y seguimos creciendo y queremos ser parte del mejor equipo de trabajo en la mejor empresa con el mejor salario; y se pasan nuestros días deseando ser parte «de» sin darnos cuenta que cada vez somos menos de nosotros; minimizándonos y permitiendo que personas, tendencias, etiquetas, títulos y recuerdos nos definan.

Lo anterior nos ha llevado a tener un perfil abierto de nuestra vida, dándole la oportunidad a todo tipo de personas a que opinen gratuitamente sobre lo que somos y criticando con autoridad y sin empatía sobre nuestras luchas y victorias, sin haber sido una compañía en las batallas y sin ser osados con las de ellos.

Después de varios años aprendiendo a valorarme, reconocerme y aceptarme, fue revelador y sanador para mi vida darme cuenta que esta carrera agotante y asfixiante de hambre por la aprobación no tiene final, porque cada vez que decidimos encajar, la vida se vuelve mas dolorosa y nos alejamos de quienes realmente somos.

Para formar parte de algo, debemos ser parte de nosotros primero: de nuestra historia, de nuestros valores, creencias, estima, personalidad, talentos, y no traicionarnos simplemente POR ENCAJAR.

Formar parte de nosotros mismos es reconocer cada día que las enseñanzas de pasado, los procesos, nuestra vulnerabilidad, dones, recursos, sueños y el grandioso regalo del presente son la verdadera CONFIRMACIÓN de lo que SOMOS y de la VALIOSA persona en quien nos estamos convirtiendo.

Para ser valiente hay que exponerse, hay exponerse ante el mundo como quien de verdad somos, enfrentando el rechazo y dándole la bienvenida a una verdadera identidad.

Hoy te escribe quien perdió la pelea (una batalla emocional por encajar, por el cuerpo perfecto, por construir mi mejor versión de acuerdo a las opiniones de los demás y a ser complaciente con todo y con todos…)

Perdí la pelea, pero recuperé mi vida.

No puedes cambiar las decisiones que tomaste en el pasado, pero puedes decidir cómo vivir hoy.

Publicado por ellenguajedemismanos

Desde que aprendí a valorar y aceptar mi cuerpo y cada una de sus partes, me di cuenta de que todas hablan del amor y del cuidado con que fueron diseñadas y formadas. Desde lo más profundo y desconocido de nuestro corazón, hasta las manos mas tiernas y suaves, desde el inicio de nuestra vida en el vientre de nuestra madre, hasta el “ahora” que estás viviendo, tu cuerpo ha sido, sigue siendo y será un instrumento de amor. El lenguaje de mis manos, es un espacio, que permitirá por medio de letras, amar, abrazar, comprender, hablar y sentirme cerca de quienes me leen, y así poder entregar un poco de mi a quien está del otro lado de la pantalla.

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