— Paréntesis: te recomiendo leer en La Biblia: Josué 1-4, Salmo 51:10, Salmo 32:3-5, Proverbios 4:23 para entender aún mejor el escrito.
Es realmente sorprendente ver cuan sutil es Dios en gran cantidad de cosas, el nivel de detalle y cuidado que tiene de cada cosa y bien cierto es que todas las cosas obran para el bien de aquellos que lo aman y conforme a su propósito son llamados, cabe destacar que tan importante como amar y ser llamado, es responder con un corazón correcto a ambos. Confiar en el proceso puede resultar muy frustrante y aunque parece que retrocedes, cuando confías en que los pensamientos de Dios y sus formas son mayores que las nuestras, te das cuenta que lo más ilógico para nosotros, en su inmensa sabiduría, es lo más efectivo del mundo. Conocer más que la tierra prometida, al que la dio, es la clave para llegar a conocer no solo tú sueños más profundos. Sino más allá, cosas que jamás te habrías imaginado. Como buen padre, Dios nunca daría algo que no sea beneficioso para sus hijos, pero en nuestra obsesión y sed de control a veces perdemos de vista lo importante, comenzamos a patalear porque reclamamos justicia, nuestra justicia, cuando la verdadera justicia tiene otro significado al que te refieres en ese momento. Basta echar un vistazo al Calvario para darse cuenta de lo que implica. Dar por gracia, no siempre es lo más sexy pero es lo más lindo, ¿Entiendes?
Muchas veces queremos adelantarnos a los procesos de Dios, queremos correr como quizás a Josué le habría gustado, en la historia de la transición de Egipto a Canaan. Resulta que cuando Él te promete algo, no siempre es necesario que la promesa sea cumplida de inmediato, a veces hacen falta 40 años (figurativamente, eso espero jajaja), para que tu corazón sea procesado y que la bendición no se convierta en otra cosa para la cual no fue diseñada. Lo cierto es que sin Dios no hay Tierra prometida, como siempre digo. Una vez que Dios da la promesa en ocasiones deja un tiempo de espera, en esta historia, fueron tres días. No sé a ti, pero eso a mí me lleva a la numerologia, que traduce ese tiempo en perfeccionamiento del carácter. Perfección es madurez, crecimiento, desarrollo, consagración y preparación. Y eso era lo que Dios venía haciendo después de esos dos meses. Enterrar Egipto y dejarlo de este lado del Jordan no será fácil lo se por experiencia, pero hasta que no lo hagas no estarás capacitado para cruzar ese río, reconocido popularmente por determinar entre la vida y la muerte. Pero es que cuando dejas que sea a la forma de Dios y no a la tuya o cuando yo dejo que sea a su forma, mediante el proceso que Él quiere para mi, cuando escojo y confío en que lo que Él tiene para mi es mejor que lo que yo mismo busco para mi mismo, es que tendré acceso a ese más. Basta echar un vistazo las palabras de Jesús en Mateo 10:39. Dios está interesado en bendecirte incluso más que tú mismo(a). 2 Timoteo 2:12; 1 Pedro 2:20.
¿Y qué tiene que ver todo esto con el título de este escrito?
¡Vamos allá! Cuando David comete uno de los más grandes errores en su vida, recuerda algo, algo que ya desde antes de entrar a la corte lo caracterizaba, fue su corazón. La importancia que tenía para Dios y lo que lo diferenciaba de Saúl y posteriormente de Absalón. ¡No quiero ser ninguno de ellos! Quiero mantener el corazón de David, conforme al de Dios, puro y un espíritu recto delante de Él, antes que de cualquier otro. Puesto que al final del día lo que Él ve es lo que no se ve a simple vista. No quiero tampoco que pase como en Salmo 32:3-5, non quiero que mis huesos se sequen por falta de búsqueda de lo importante. ¿Qué tanto harías o dejarías por causa suya? Dejarías el trono por obtener La Corona. Serías como Absalón que dejo que su ambición por la vanidad lo llevará a pelear en contra de su padre o como Saúl que prefirió congraciarse delante de los hombres, antes que delante de Dios. En cada uno de nosotros hay un trocito de cada uno de estos tres. Pero yo elijo La Corona, la de vida eterna, al Señor antes que un título o antes que una relación, antes que Egipto o antes que otra cosa que no sea conocer su corazón y mantenerme cerca de Él. Poder mirarlo a cara descubierta sin sentir la vergüenza que sintieron Adán y Eva en el huerto del Edén. Quizás haya crisis, y no hago vista gorda a la necesidad, creo debemos producir soluciones creativas para ellas, puesto que Jesus se interesa por lo que a ti también. Pueden haber diferentes tipos de crisis para cada tipo de persona, pero Dios tiene cuidado de cada cabello de cada una de ellas. Delante de la corte del Rey elijo entregar mis tronos del yo y mis méritos para tener un corazón conforme al suyo, elijo multiplicar los talentos que Él me ha dado para que produzcan cosas que cambian vidas y transforman naciones. Uno que se da por sus amigos, uno que ama a pesar de saber que será dañado, pero elijo confiar antes que levantar murallas en mi interior. Prefiero que sus pasos derriben mi murallas de Jérico y ser llamado por el nombre que Él me ha dado. Al final del día, ni huestes ni tempestad porque los vientos en mi interior enmudecen cuando Él habla. De Él viene mi socorro y Él es mi pronto auxilio, castillo fuerte y roca mía, de nadie temeré si Él me ha prometido vida, Al final del día elijo que él sea glorificado y que lo conozcan a Él y me jactaré de mi debilidad si sirve para que Él se glorifique.
Cuándo se pierde la riqueza nada se pierde. Cuándo se pierde la salud, algo se pierde. Cuándo se pierde el carácter, todo se pierde.
Billy Graham
Gózate en medio de la prueba, no quites las semillas y no cortes las espigas cuando puedes cortar de paso el trigo, las cosas buenas pueden irse en el intento de quitar las malas, las aflicciones al perseverar pueden producir victorias. Alégrate, agradece y confía en sus procesos, pues si lo gestionas bien, te llevarán a obtener La Corona de Vida (Isaías 28:5).
Pues estoy a punto de hacer algo nuevo. ¡Mira, ya he comenzado! ¿No lo ves? Haré un camino a través del desierto; crearé ríos en la tierra árida y baldía.
Isaias 43:19 NTV
En medio de la prueba, en medio de la crisis, en medio de la espera, adora y levanta Su Nombre en alto.