La identidad de las personas, es el todo de ellas, puesto que como creen, actúan. A medida, que vamos conociendo la Biblia, nos empezamos a percatar de la identidad de los creyentes y sus creencias, una de esas es la siguiente:
Apocalipsis 5:9 versión PDT
“Todos ellos cantaban una canción nueva al Cordero:
«Tú mereces tomar el rollo
Y romper sus sellos
porque fuiste sacrificado,
y con tu sangre compraste un pueblo para Dios
de todas las razas, lenguas, pueblos y naciones.”
El anterior verso bíblico, se refiere a la creencia del sacrificio de Jesús, por la salvación de la humanidad, asimismo, nos muestra el valor que tenemos por ser creación de Dios, la acción de ser amados y rescatados, por DIOS mismo, a través del Hijo, y ante tan grande acto de amor, de entrega, de servicio, de salvación, surge la siguiente pregunta:
¿Por qué valemos tanto?
La respuesta, es Valemos porque Somos Hijos, y eso significa que Dios es nuestro Padre y nunca nos abandonará, esto es verdad y está respaldado en el libro de Juan 1: 12
“Pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios,”
El anterior versículo, se refiere a la importancia y preeminencia de creer, para poder ser declarado Hijo de Dios, y sabemos que creer, debe estar acompañado de una manera de vivir acorde a las enseñanzas bíblicas.
Sin embargo, aun podemos preguntarnos lo siguiente:
¿Por qué fuimos creados?
La respuesta es, fuimos creados para ser hijos de Dios, y vivir en comunión con El, lo cual se materializa a través de Jesús, él cual nos salva, rescata, reconcilia, adopta y restaura al modelo original, esto está respaldado en el siguiente verso:
1 corintios 8: 6 BTX
“para nosotros, sin embargo, hay un solo Dios: el Padre, de quien proceden todas las cosas, y nosotros somos para Él; y un solo Señor: Jesús el Mesías, por medio de quien son todas las cosas, y nosotros por medio de Él.”
En este sentido, todo procede de Dios, es un concepto profundo, grande, y que llena nuestras dudas o posibles cuestionamientos, sin embargo, es necesario persistentemente reforzar nuestra identidad como creyentes.
Si hoy no te consideras creyente, te invito a que hoy abras tu corazón a Jesús, que coloques tu fe en El, porque él te ama con un amor superior a todo lo que conocemos.
Saludos
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