Hace unas semanas publiqué mi cuarto libro titulado: Los dos cimientos. En él enseño los principios bíblicos que enseña Jesús en el sermón del monte; las bienaventuranzas, la cual sienta las bases para el cristianismo y nos enseña el modelo para nuestra nueva vida en Cristo. Hoy quiero contarte un poco sobre ese mensaje. ¡Vamos allá!
EL CIMIENTO DE LA ROCA
Este es el fundamento que tendremos cuando edificamos de forma prudente. Curiosamente, las edificaciones más duraderas de la historia están hechas de este material, como las pirámides de Egipto, los monolitos griegos, o los restos de los templos greco-romanos.
Evidentemente nuestra propia naturaleza no se ve representada por este material resistente y duradero, por lo que Jesús se refería a un fundamento más fuerte que la naturaleza humana; Un fundamento eterno. Por tanto es evidente que el fundamento de la roca se corresponde con la naturaleza de Dios mismo. Veámoslo a continuación:
Entonces habló Moisés a oídos de toda la congregación de Israel las palabras de este cántico hasta acabarlo. Escuchad, cielos, y hablaré; Y oiga la tierra los dichos de mi boca. Goteará como la lluvia mi enseñanza; Destilará como el rocío mi razonamiento; Como la llovizna sobre la grama, Y como las gotas sobre la hierba; Porque el nombre de Jehová proclamaré. Engrandeced a nuestro Dios. El es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; Es justo y recto.
DEUTERONOMIO 31:30-32:4
Esta es la primera referencia bíblica de Dios como la Roca, que fue hecha por Moisés justo después de instaurar a Josué como su sucesor, y recordar todas las obras milagrosas que Dios había hecho para con el pueblo israelita en lo referente a su liberación de la esclavitud en Egipto, y su preservación sobrenatural en el desierto, curiosamente, compuesto por arena.
Pero aún hay más. En ese mismo capítulo de Deuteronomio, cuando Moisés hace un recorrido por la historia de Israel recordando las obras hechas por Jehová, se refiere a Él como la Roca hasta en 5 ocasiones más. (Deuteronomio 32:15, 18, 30, 31, 37)
Como no podía ser de otra manera, el Rey David también nos enseña que el fundamento de la Roca hace referencia a la naturaleza de Dios, quien nos guarda de peligro, nos infunde aliento y fuerza, y nos ayuda a permanecer a pesar de las adversidades. Veámoslo a continuación:
Habló David a Jehová las palabras de este cántico, el día que Jehová le había librado de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Saúl. Dijo: Jehová es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador; Dios mío,
2 SAMUEL 22:1-3
fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio; Salvador mío; de violencia me libraste.
Al igual que Moisés, en este mismo capítulo David hace más referencias a Dios como la Roca. (2a Samuel 22:32, 47). A demás, el libro de los Salmos, escrito mayormente por David, está repleto de alusiones a Dios como la Roca (Salmos 18:2, 31, 46; 19:14; 27:5; 28:1; 31:2-3; 42:9; 61:2; 62:2,6-7; 71:3; 73:26; 89:26; 94:22; 95:1; 114:8; 144:1)
Más adelante al profeta Daniel le sería revelada la naturaleza de Jesús como la piedra que destruiría todos los sistemas humanos de gobierno, tan débiles como la propia naturaleza humana:
Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra.
DANIEL 2:34-35
Pero, desde luego, la referencia más clara y reveladora acerca de Jesús como el fundamento de nuestras vidas, sobre todo desde que somos salvos, está en el libro de Efesios. Veámoslo:
Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
EFESIOS 19:22
Queda claro que para edificar nuestras vidas sobre la Roca, debemos hacerlo sobre la enseñanza, carácter y naturaleza de Dios. ¿Por qué? Porque la propia naturaleza de Dios es eterna y sobrenatural, es decir, es más resistente y duradera que cualquier situación que podamos experimentar:
¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.
ISAÍAS 40:28
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
MATEO 24:35
Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
HEBREOS 13:8
Cuando fundamentamos nuestra vida sobre el cimiento de la Roca eterna, seremos capaces de prevalecer por encima de los problemas, aflicciones, adversidades, etc. A demás, cuando nuestro fundamento es Jesús y su enseñanza, podremos llevar a cabo de forma exitosa cualquier diseño que se nos encomiende como el matrimonio, la familia, el ministerio, etc.
Ahora bien, en la práctica, ¿Cómo establezco a Jesús como el fundamento de mi vida? Ya lo dijo él claramente: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.”
EDIFICAR SOBRE LA ROCA ES PRACTICAR LA ENSEÑANZA DE JESÚS Y DESCANSAR EN DIOS.
Juan Camilo Vélez
Hasta aquí, este fugaz vistazo a mi nuevo libro, con el que espero haberte animado a cambiar de actitud a la hora de edificar tu nueva vida en Cristo. Si fue así, espero que compartas este mensaje con todos tus contactos. ¡Juntos edificaremos más y mejor!