El pastoreo de ovejas, es un oficio milenario, lo observamos en el libro del Génesis, desde Abel, el que era el segundo hijo de Adán y Eva, y de ahí en adelante, existen varios personajes bíblicos, que desempeñaban esta labor.
Analizando el oficio del pastor, podemos observar que, este gobierna la vida de las ovejas y parte de esa función, es el cuidado de las necesidades básicas, tales como: alimento, hidratación, un sitio seguro donde vivir, abrigo, protección de los peligros, así mismo El Pastor conduce el caminar de sus ovejas, y las acompaña en su proceso de toma de decisiones.
A propósito de lo anterior, la palabra de Dios, nos habla del cuidado especial a las ovejas recién paridas, lo cual tiene un significado profundo, se puede referir a personas dolidas, con situaciones especiales; psicólogos afirman que los comienzos de la maternidad son una crisis, así que puede entenderse como personas que están en crisis.
Ahora bien, si hemos declarado y creído que Jesús es nuestro Salvador y Pastor, entonces hemos entrado en ese reposo que habla el salmo 23, que en delicados pastos me hará descansar, haciendo referencia al nuevo testamento, cuando Jesús nos invita que vayamos a Él a descansar; seguidamente el salmo narra que juntos a aguas de reposo nos pastoreará, es decir, el nos llevará a sitios tranquilos, aunque habrá momentos de peligro, pero no estaremos solos, Él estará ahí para guiarnos, protegernos y este salmo finaliza, señalando que el bien y la misericordia nos perseguirán de por vida.
De acuerdo a la anterior, esta es la mejor cosmovisión que podemos tener de nuestras vidas, unas gobernadas por Jesús, nuestro Pastor y escuchando su voz (Juan 10:3)
Ahora si aun no has puesto tu fe en Jesús, Él nos explica en su palabra que somos como ovejas perdidas, sin pastor, lejos de casa, hasta que nos encontramos con Cristo, creemos y entramos a sus campos de Amor.
P.d. Abre tu corazón y ser a Jesús, Él Te Ama y mucho.
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