Crecimiento explosivo

APRENDER:

PARA MANTENERTE DIRIGIENDO, MANTENTE APRENDIENDO

Lo que cuenta es lo que aprendes después de saberlo.

Historia

Ese deseo de crecer lo hizo exitoso económicamente y le produjo un alto nivel de excelencia para todo lo que hacía. En esos primeros días, el trabajo de Chaplin fue aclamado como entretenimiento maravilloso. Con el paso del tiempo fue reconocido como un genio cómico. Hoy en día muchas de sus películas son consideradas obras maestras y él es apreciado como uno de los más grandes productores de todos los tiempos. El crítico de cine y escritor de guiones James Agee escribió: «En la obra de Chaplin se encuentra la más fina pantomima, la más profunda emoción, la más rica y más conmovedora poesía». Si cuando alcanzó el éxito Chaplin hubiera sustituido su habilidad para aprender por autosatisfacción arrogante, su nombre hubiera estado exactamente junto con Ford Sterling o Ben Turpin, estrellas de películas silentes que ya se han olvidado. Pero Chaplin se mantuvo creciendo y aprendiendo como actor, director y algunas veces ejecutivo de películas. Cuando la experiencia le enseñó que los productores de películas estaban a merced de estudios y distribuidores, inició con Douglas Fairbanks, Mary Pickford y D.W. Griffith su propia compañía, Artistas Unidos, la que hoy día sigue estando en el negocio.

AL GRANO

Los líderes enfrentan el peligro de sentirse satisfechos con el status quo. Después de todo, si un líder ya posee influencia y ha logrado un nivel de respeto, ¿para qué querer seguir creciendo? La respuesta es sencilla:

Tu crecimiento determina quién eres. Quien eres determina a quién atraes. A quién atraes determina el éxito de tu organización.

Si quieres que tu organización crezca tienes que mantenerte aprendiendo. Déjame darte cinco pautas que te ayudarán a cultivar y mantener una actitud de aprendizaje permanente:

1. Cúrate de la enfermedad de destino

Irónicamente, con frecuencia la falta de habilidad para aprender tiene sus raíces en los logros. Erróneamente, algunas personas creen que si pueden alcanzar una meta en particular, ya no tienen que crecer más. Esto puede ocurrir con casi todo: ganar un grado académico, alcanzar una posición deseada, recibir un reconocimiento o lograr un objetivo financiero. Pero los líderes efectivos no pueden resistir pensar de esa manera. El día que dejen de crecer ese es el día de la pérdida de su potencial; y el potencial de la organización. Recuerda las palabras de Ray Kroc: «Mientras esté verde, está creciendo, en cuanto madure, comienza a podrirse».

2. Supera tu éxito

Otra ironía de estar siempre aprendiendo es que con frecuencia el éxito lo impide. Los líderes efectivos saben que lo que los llevó allí no los mantendrá allí. Si has tenido éxito en el pasado, ten cuidado. Considera esto: si lo que hiciste ayer todavía te parece grande, no has hecho mucho hoy.

3. No tomes atajos

«La mayor distancia entre dos puntos es un atajo».

Esto es verdaderamente cierto. Por casi todo en la vida se paga un precio. Cuando desees crecer en una esfera particular, analiza lo que realmente costará, incluyendo el precio, y entonces decide pagarlo.

4. Deshazte de tu orgullo

Tener una disposición a aprender requiere admitir que no lo sabemos todo, y eso nos puede hacer lucir mal. Además, si nos mantenemos aprendiendo, también seguiremos cometiendo errores. Pero como dice el escritor y experto artesano Elbert Hubbard: «El mayor error que uno puede cometer en la vida es estar temiendo continuamente que va a cometer uno». No se puede ser orgulloso y estar aprendiendo al mismo tiempo.

5. Nunca pagues dos veces por el mismo error

Teddy Roosevelt afirmó, «El que no se equivoca, no progresa». Esto es cierto. Pero el líder que sigue cometiendo los mismos errores, no progresa. Como líder dispuesto a aprender, cometerás errores, olvídalos, pero recuerda siempre qué fue lo que te enseñaron. Si no lo haces, pagarás por ellos más de una vez.

REFLEXIONEMOS

Si para este tiempo en tu vida no te encuentras en el lugar que esperabas estar, tu problema puede ser falta de disposición para aprender. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez? ¿Cuándo fue la última vez que te hiciste vulnerable al meterte en algo para lo cual no eras un experto? Durante los próximos días o semanas observa tu actitud hacia crecer y aprender para ver dónde estás situado.

Para mejorar tu habilidad para aprender, haz lo siguiente:

  • Observa cómo reaccionas a los errores. ¿Reconoces tus errores? ¿Te disculpas cuando corresponde? ¿O permaneces a la defensiva? Obsérvate. Y pide su opinión a un amigo confiable. Si reaccionas en mala forma, o no cometes ningún error, necesitas trabajar en tu habilidad para aprender.
  • Intenta algo nuevo. Abandona tu rutina hoy y haz algo distinto que te obligue mental, emocional o físicamente. Los retos nos cambian para bien. Si realmente quieres empezar a crecer, haz de los nuevos retos parte de tu actividad diaria.
  • Aprende en tu área fuerte. Lee de seis a doce libros al año sobre liderazgo o sobre tu campo de especialidad. Continuar aprendiendo en un área donde ya eres un experto evita que te agotes y te conviertas en alguien que no aprende.

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Publicado por Pedro Jimenéz

Pastor de la Iglesia @elreyjesusmadrid | 📍Madrid, España 🎹Músico 🎤Conferencista Inversionista 🗣Motivador.

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