Voy a invertir en mí mismo

Bienvenidos de nuevo a mi blog. En este cuarto post quiero compartirles un nuevo extracto del primer capítulo de mi primer libro «Tú sí puedes» ¡Espero que os bendiga enormemente! Y os recuerdo que ya está disponible para su compra en amazon. Sólo tenéis que hacer click aquí para adquirirlo desde España, o aquí para adquirirlo desde cualquier otro lugar del mundo. Ahora sí, ¡Vamos allá!

Medita en esto: hasta que no te detengas a reflexionar, es decir, hasta que no hagas un parón en tu vida y te preguntes para qué naciste, o cuál es tu propósito, o para qué estás en la tierra, no serás diferente. Sino ¿Por qué el diablo se opone tan arduamente a que encuentres tu propósito? Pues porque en tu propósito esta la esencia la revelación de tu potencial, lo cual te convierte en un ser único y especial. Sólo tienes que intentar comparar tus huellas dactilares con las de alguien más para entender esta verdad.

Con este libro quiero enseñarte una estrategia que cambiará tu mentalidad:

“Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.” (Habacuc 2:2)

¡Escribe la visión y declárala en tablas! El profeta sabía que lo que se plasma no se puede olvidar. Así que anota tus metas, tus sueños, etc. ¡Hazlo en grande! Toma tiempo para ello, así sean quince minutos diarios, y enfócate en sacar lo mejor de ti. Planifica tu vida porque tu tiempo es importante, y te aseguro que esos quince minutos se convertirán en la clave de tu éxito.

Escribe una lista con tus metas o lo que quieres lograr, decide tus prioridades y ponlas en orden de importancia, y después de esto, confróntala con la palabra de Dios y tacha lo que se salga de sus principios.

Recuerda que es mejor cumplir nuestro propósito que nuestra voluntad. Por eso dice Dios:

“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” (Jeremías 29:11)

Cuando te enfocas en tus prioridades eliminas tu confusión

Cuando el ángel Gabriel le aparece a María, le dije: “Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: !!Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.», ella quedó desconcentrada con ese saludo pues sabía el gran lío en que se iba a meter a ojos carnales, pues en aquellos tiempos estaba aún en la etapa de noviazgo, y de repente una visitación del Espíritu Santo le revela va a concebir un hijo. Sin embargo, ella no puso pegas a ese propósito, pues tenía clara su prioridad de cumplir el propósito dado por Dios a su vida. Esto demuestra que María era una mujer que conocía y tenía trato e intimidad con el Espíritu Santo, entre otras cosas, porque no se tiene un hijo con cualquier persona, y ella era íntegra, fiel, y vivía en santidad, por eso ella fue hallada bendita y llena de gracia entre todas las mujeres.

Hasta aquí este extracto de mi libro. Espero que te haya gustado, y ya sabes, si quieres leerlo completo, puedes adquirir el libro aquí. ¡Bendiciones!

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Publicado por Pastora Araceli Echeverría

Autora del libro "Tú si puedes" y pastora en el ministerio por más de 15 años. Residente en la ciudad de Bilbao, España.

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