La inalterable base para que se nos abra el Cielo es una tumba y una crisis en la que uno ha llegado al fin de su propia vida egoísta. Es la crisis de una experiencia real de identificarse con Cristo en su muerte.
Evangelista Theodore Austin Sparks
«pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.»
Isaías 40:31 NVI
— Josué 1:2, 7 NVI
Una vez escuché una historia, un aguilucho que cayó desde su nido y acabó viviendo como un pollo, dañando sus garras y peleando en sus propias fuerzas por culpa de una mentalidad incorrecta, cuando podría estar surcando los cielos con majestuosidad. Para hacerlo corto, el águila tuvo que enfrentarse a multitud de obstáculos y personajes que no podían darle identidad, felicidad y plenitud. Tuvo que pasar un duro proceso hasta darse cuenta de que lo único que podría llenarlo sería teniendo contacto con su entorno original, porque si no hubiera caído desde el nido y desde el inicio hubiese tenido contacto con su entorno original, nunca habría tenido una crisis de identidad, cumpliendo el propósito para el que fue creado y habitando en el entorno para el cual fue diseñado.
¡Anímate, se vale equivocarse! Lo que no se vale es no levantarse otra vez. Lo bueno de tocar fondo es que ahora el único camino es hacia arriba. Vuelve a soñar, que Dios sea el viento que sostiene tu vuelo. Si Él te llamó, ¿Qué son las opiniones de los demás para decirte que no puedes? Déjate llevar más allá de tus limitaciones, porque el límite es el cielo. Me doy cuenta de cuan grande amor es aquel que sabe esperar, que habla cuando debe hablar o calla cuando toca callar, que cubre multitud de errores. Dios ama el sacrificio, pero ama aún más tu obediencia. Se por experiencia que la obediencia no es algo fácil, que la disciplina y el compromiso requieren esfuerzo y valentía, que solo teniendo el enfoque y la visión correcta se llega a la meta, por eso lucha por algo que sea mayor que tú, que yo, que nosotros, paga el precio y sométete al proceso, lucha por Él y por un futuro glorioso.
Si Él quiere algo para ti o a través de ti, quienes somos nosotros para estorbar a lo que quiera hacer. Simplemente somos canales de bendición.
Toda conquista requiere un sacrifico y como dice mi mentor Juan Camilo Vélez en su libro El Éxito Detrás Del Compromiso, disponerse al sacrificio implica cambios, y estos suelen traer consigo duda, temor e inseguridad. Los enemigos del sacrificio son las ofensas, el conformismo y el orgullo ¡Por tanto requerirá compromiso! Cuando usted decide comprometerse, debe superar sus temores y dudas, poner la mano en el arado y no mirar atrás (Lucas 9:61). Una persona inconstante en sus compromisos no es digna de la confianza de los demás (Santiago 1:8). ¡Pero vaya que si vale la pena!… ¿No te das cuenta? El futuro no te pertenece y el pasado se fue. ¡Tu momento es ahora!
¡Ya basta! El tiempo de luto ha pasado, es tiempo de extender las alas y volver a volar sobre la tormenta, ¡Ten fe, corazón y no desmayes! Vuelve a soñar en Dios. Has que sus sueños y los tuyos se fusionen y se hagan uno. No olvides luchar por tu tierra prometida. Ahora toca buscarle con un corazón puro, contrito y humillado, con un espíritu recto, con sinceridad, no con miedo sino más bien para agradarle y amarle, amar lo que Él ama y odiar lo que Él odia. Buscar los misterios de su corazón y ser su amigo. ¡Amale sobre todas las cosas!
«El Señor recorre con su mirada toda la tierra, y está listo para ayudar a quienes le son fieles»
2 Crónicas 16:9 NVI
«Entrad por sus puertas con acción de gracias; venid a sus atrios con himnos de alabanza; dadle gracias, alabad su nombre.»
Salmo 100:4 NVI