«Entonces envió el rey allá gente de a caballo, y carros, y un gran ejército, los cuales vinieron de noche, y sitiaron la ciudad.» (2 Reyes 6-14)
Hay momentos que estas rodeado de circunstanciades negativas en tu vida, y muchas veces llegan sutilmente, te enteras o te das cuenta cuando ya te tienen supuestamente atrapado, y es allí donde no le ves una salida al problema que te está atormentando, la lógica humana te dice que de esta ya si no te escapas, ahora si vas a caer para siempre. Piensas que es mucho peso por lo que puedas estar pasando, lo que te acecha es más fuerte que tú.
Pero esto no se queda aquí, el criado, o la persona que servía a Eliseo se levantó de mañana, y al salir se topa con el ejército de los sirios, va donde está el varón de Dios, lo despierta y le dice: ¿qué haremos? Él le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.
Tal vez una persona allegada a ti te da la mala noticia, o eres tú mismo tomando la postura del criado comentándole lo que se avecina a otra persona. Te puede rodear todo el ejército, con caballos, carros, escudos, lanzas, y lo que sea, que quieren el mal viniendo en contra tuya; todos los problemas, las circunstancias negativas, los sentimientos de desánimo, decaimiento, ansiedad, desespero. Pero hoy vengo a darte una palabra de aliento, toma la actitud de Eliseo, aunque tu alrededor se torne de color gris, y los ojos humanos no alcancen a ver una salida, pon tu confianza en el Señor, el quiere pelear por ti. Ahora le pido a Dios que abra tus ojos espirituales, y puedas ver que son más los que están con nosotros que los que están con ellos. Si tomas esta postura, y te aferras a la fe Dios te dará la victoria, confundirá a los que te persiguen; como lo hizo con Eliseo, El lo hará también contigo.
«Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.»
Salmos 121:1-2