El reino se puede ver aquí y ahora

En cuanto al reino, puedo decir que es un mensaje muy oído, pero muy poco vivido. Hoy en día está de moda hablar del él, todo el mundo quiere pertenecer a él, pero muy pocos pueden experimentarlo ni mucho menos manifestarlo aquí y ahora.

Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver (entrar) el reino de Dios. (Juan 3:3)

Durante años parafraseé este texto de la siguiente forma: “El que no nace de nuevo no puede entrar en el reino”. No sé cómo llegué a leer por años de esa manera cuando la biblia lo que está diciendo es que el reino se puede ver. Por años creía que el reino era el lugar donde iba a ir el día que muriese o que Jesús volviese. Pero aquí la Biblia está hablando literal y no en sentido figurado. Se refiere a un reino tangible y perceptible al ojo humano.

El reino de Dios y sus manifestaciones son visibles. El viejo vino trae imperio y busca bendición, mientras que el vino nuevo busca el reino y trae al rey. ¿Recuerda lo qué es el reino de Dios? En el Nuevo Testamento, el vocablo griego para “reino” es “basileia”, que significa “realeza”, “gobierno”, “un reino” o “soberanía”, “poder real” Viene de la raíz “basileus” la cual da la idea de un “fundamento de poder” Es el gobierno de Dios. Por tanto, la mentalidad de reino es aquella que busca el gobierno de Dios primeramente en los individuos para así extenderlo a las familias, a la sociedad y a todas las naciones.
La evidencia de que el reino y sus manifestaciones son visibles la encontramos en el ministerio de Jesús en la tierra. Jesús predicaba, enseñaba, sanaba a los enfermos se echaba fuera demonios. (Vea Mateo 4:27) Un reino terrenal es la influencia, dominio, voluntad y gobierno de un rey o príncipe sobre cierto territorio, con el propósito de gobernar a sus habitantes. No puede haber un rey sin dominio ni súbditos. El reino de Dios es el dominio o señorío del rey, en el cual Él establece su voluntad en las vidas de su pueblo, aquí y ahora. En otras palabras, Reino significa gobierno, dominio, o soberanía de Dios en su vida.

Hay muchos rebeldes bendecidos hablando de reino, pero no gobernados.

Las bendiciones de Dios siempre son buenas, pero no garantizan una vida de éxito ni un final feliz

a) La mujer de Job fue bendecida, pero no gobernada.
b) Hablando de Adán y Eva: los bendijo, pero acabaron mal.
c) Saúl fue bendecido como rey, pero acabo mal.
d) Sansón fue bendecido con una fuerza sobrenatural, pero acabo mal.

Todos ellos fueron bendecidos por Dios, pero no fueron en su totalidad gobernados, y en el área que no somos gobernados, siempre seremos derrotados. Sin embargo, la primera enseñanza de Jesús fue “venga a nosotros tu reino” porque es más importante que Dios haga algo «en” nosotros que “por” nosotros. Dicho de otra manera, es mejor ser gobernado que bendecido, porque ser bendecido no significa que seremos gobernados, pero siempre que somos gobernados seremos bendecidos.

La gente quiere un Dios para que le bendiga, pero no un rey que les gobierne, por eso no pueden experimentar el reino de Dios, porque sin rey no hay reino. ¿Qué trae el reino de Dios? Trae un rey.

Pero no hallándolos, trajeron a Jasón y a algunos hermanos ante las autoridades de la ciudad, gritando: Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá; a los cuales Jasón ha recibido; y todos éstos contravienen los decretos de César, diciendo que hay otro rey, Jesús. (Hechos 17:6-7)

Para los habitantes de Tesalónica, un nuevo dios no suponía grandes cambios, pero la aparición de un nuevo rey podía suponer un nuevo orden gubernamental. Ese era precisamente el asunto, un dios más no iba a cambiar nada, pero otro rey suponía otro
gobierno, otras leyes o decretos, y eso si produce profundos cambios. Así mismo, otro dios u otra iglesia en su zona, en su casa o en su familia no va a cambiar nada, pero si usted transiciona su mentalidad y recibe tanto al rey como al reino de Dios, su vida, su casa, su familia y su zona habrán sido transformadas para siempre.

El reino trae un rey, un gobierno, una cultura, un lenguaje, principios, poder, transformación, sanidad, liberación.

Dios es Dios, pero también es rey, y no importa cuánto te bendiga, sin su gobierno terminarás pereciendo. El problema es que la mentalidad del viejo vino es resistir, mientras que la mentalidad del nuevo vino, transicionado, es conquistar. Usted tiene que hacer la transición mental de siervo a soldado, de oveja a león, porque la mentalidad de reino es la de conquistar por la fuerza y extender el reino.

Iglesia vs reino

1) Usted no puede centrar su vida alrededor de la iglesia, sino alrededor del reino de Dios.
2) La gente de reino bendice la iglesia, la gente de iglesia paraliza el reino de Dios.
3) La iglesia no es el reino, la iglesia forma parte del reino.
4) Hemos hecho de la iglesia un gueto donde se limita el reino de Dios.
5) Hay iglesias sin el reino de Dios, que son lugares donde las personas viven a su forma, con sus ideas.
6) El lugar más difícil de convivir, y el más absurdo, es una iglesia donde no estén dispuestos a experimentar una transformación continua, donde no se manifiesta el reino de Dios.
7) La misión de la iglesia es enseñar, predicar y demostrar el evangelio del reino.
8) La iglesia sin reino reparte cargos dentro de la iglesia, mientras que el reino alcanza las calles, los etnos, y a todas las personas.

Debido a una comprensión muy reducida de la Biblia se ha estado redactando el «evangelio», sin embargo, hemos sido llamados a predicar el evangelio del reino, que se compone de las buenas nuevas de que Jesús puede salvarte, pero también incluye el gobierno de Dios sobre toda la sociedad y el señorío de Cristo sobre toda la tierra. Usted puede ver esta verdad en las siguientes palabras:

De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan. (Salmos 24:1)

Una iglesia no va a influir en nadie si solo tratan a Jesús como el Señor de la iglesia y no como el Señor de todos los que habitan en la tierra. Sólo cuando una iglesia presenta a Jesús como el rey a aquellos que no le conocen, podrán extender su reino en su ciudad y
su nación. Solo cuando empecemos a influir en los gobiernos civiles, en la educación, en las artes, en la economía, en la ciencia, en el deporte, o en los medios de comunicación, entonces seremos relevantes en esta tierra. Esa es la meta o el sueño de Dios para las próximas generaciones, que haya hombres y mujeres relevantes e influyentes en esta tierra, que extiendan su reino. Por el contrario, las personas que no han hecho una transición mental, ni viven bajo el gobierno de Dios, vienen a la iglesia en busca de posiciones y cargos, porque han hecho de la iglesia un gueto religioso.

Este es el momento de que usted se pregunte si realmente ha hecho la transición mental de esclavo a libre, y si está permitiendo que el gobierno de Dios se establezca primeramente en su vida, para alcanzar a su familia, su vecindario, su barrio, y todo lugar donde usted vaya, o si sólo se está dedicando a asistir a la iglesia, buscando un dios que le bendiga, pero rechazando a Dios como su rey.