La base y esencia de la transición, es que debe ser continua y en aumento. Cuanto más somos transformados, más debemos seguirlo siendo. A mayores niveles a los que llegamos, mayores niveles debemos esperar y buscar llegar. La transición es incompatible con el conformismo. Sabiendo esto, vamos a detallar algunos aspectos importantes sobre la transición:
1- La transición demanda que dejes lo que eres a cambio de lo que puedes llegar a ser.
Una de las cosas que Dios siempre demandará de nosotros es el rendirnos a Él y hacerlo confiadamente. Sólo si le damos a Dios lo último que somos, podremos recibir lo primero que Él tiene en esa transición. Dicho de otra forma, usted es el producto de las decisiones que ha tomado hasta ahora, pero sólo cuando toma la decisión de entregarle a Dios lo que usted es en este momento, es cuando recibirá lo que Él ha tenido preparado para usted siempre.
Cuando digo “lo último” me refiero a aquello que le queda cuando ya usted ha gastado todo lo demás, cuando lo ha intentado todo en sus fuerzas, cuando se da cuenta de que por su cuenta no puede avanzar o transicionar, sino que necesita que sea Dios quien lo lleve al siguiente nivel.
Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba. Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano. Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir. Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra. Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días. Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías. (1 Reyes 17:10-16)
En el ejemplo de la viuda de Sarepta, Dios le demandó lo último que tenía para alimentarse ella y su hijo, para dárselo al profeta. De esta manera ella tuvo que transicionar de la dependencia a los medios naturales, a la dependencia de la provisión de Dios.
Al séptimo día se levantaron al despuntar el alba, y dieron vuelta a la ciudad de la misma manera siete veces; solamente este día dieron vuelta alrededor de ella siete veces. Y cuando los sacerdotes tocaron las bocinas la séptima vez, Josué dijo al pueblo: Gritad, porque Jehová os ha entregado la ciudad…Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las bocinas; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la bocina, gritó con gran vocerío, y el muro se derrumbó. El pueblo subió luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron. (Josué 6:15-16, 20)
En esta ocasión, el pueblo había estado dando vueltas alrededor de la ciudad por varios días, pero Dios los llevó a confiar hasta el final, y les demandó que no se detuvieran ni al quinto ni al sexto día, ni siquiera a la quinta o sexta vuelta del séptimo día, sino que perseveraran hasta el final, y tras siete vueltas en el séptimo día, vino el rompimiento y pudieron entrar en la ciudad. Así mismo, Dios le pidió a Abraham el último hijo, no el primero.
¿Qué le quiero decir con estos ejemplos? Que Dios tiene un trato diferente con cada uno de nosotros, pero tenemos en común el trato por el que Dios nos lleva para que demos hasta lo último de nosotros. De ese modo es como nos puede llevar a la transición al siguiente nivel, cuando hemos llegado al final del nivel en el que nos encontramos. Muchas personas mueren sin llegar al lugar de su propósito porque nunca cambiaron de mentalidad. Recuerde que su mentalidad le trajo hasta aquí, pero para llegar donde Dios le quiere llevar, esa mentalidad ya no sirve, tiene que hacer la transición.
Nunca llegarás al lugar que Dios te quiere llevar con una mente caída.
Un gran ejemplo de alguien con una mente transformada, y que entró en la transición para su vida es el apóstol Pablo. Él tuvo que renunciar a todo lo que era en la etapa más brillante de su vida. Y eso que no era cualquier cosa, era hebreo de hebreos, fariseo, de la tribu de Benjamín, y circuncidado al octavo día. Todo esto era lo que le daba identidad mientras permanecía con una mentalidad religiosa. Pero cuando hizo la transición de mentalidad, soltó todo lo que era, lo tuvo “por basura”, y entró en una transición que le llevó a ser una de las personas más importantes en la historia del cristianismo. Por cuanto Pablo renunció a mucho, recibió mucho más. Experimentó una transición cultural, religiosa y posicional en su vida.
¿A qué Dios le está llamando a renunciar?, ¿A posición, familia, amistades, trabajo, orgullo, ego, agenda personal, título eclesiástico? En una ocasión Jesús le dice al joven rico que deje todo lo que tiene y le siga. En otras palabras, Jesús le estaba diciendo que había una transición para él, y le estaba preguntando “¿Estás listo?”
Lamentablemente, como este joven tenía muchos bienes, se entristeció y no le siguió, perdiendo así todo lo que Dios tenía preparado para él, por aferrarse a lo que ya tenía. Permítame preguntarle entonces ¿Cuáles son sus bienes más preciados? ¿Estaría dispuesto a dejarlos por transicionar al nivel donde Dios le quiere llevar? No permita que una mente caída, egoísta y cerrada le impida de entrar en un nivel mayor de gloria y provisión de Dios.
Su transición comenzará cuando primero Dios le lleve a moverse
Medite en esto: Si Dios le quiere mover ahora, ¿Cuál es su última adquisición, su último sueldo, o su coche actual? ¿Cuál es su nivel de ofrenda? ¿Está usted dispuesto/a a entrar en una transición económica?