En términos de crecimiento personal, la transición es lo que marca la diferencia entre lo que produces y lo que puedes llegar a producir. Así que vemos como la transición tiene mucho que ver con movimiento, pero más que con mero movimiento, con avance de un lugar a otro donde estamos supuestos a llegar.
Por favor, tenga muy presente que hay una gran diferencia entre movimiento y transición, y ahora voy a explicarle cuál es. El movimiento le lleva de un lugar a otro, pero no le garantiza una transformación – metamorfosis – o crecimiento. La biblia dice que vamos de gloria en gloria, o sea, de un nivel de gloria a otro nivel de gloria mayor. Esta es la verdadera transición, aquella que te mueve, pero con un propósito de avance, conquista y crecimiento.
«Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados [transicionados] en la misma imagen de gloria en gloria, como por el espíritu del Señor.» (2 corintios 3:18)
Toda transición comienza con un movimiento, pero no todo movimiento te lleva a una transición
Es por esto que usted puede encontrarse iglesias que se mueven, pero no hay transición, porque sólo se mueven de evento en evento, o de cambios de lugares y posiciones a otros, pero no hacen la transición a convertirse en iglesias de avance, que predican el evangelio en las calles con poder, o que entrenan al pueblo para ser violentos en el espíritu y arrebatar, extender y establecer el reino de Dios. Esto sucede porque los movimientos que no llevan a una transición sólo son un entretenimiento que deja en el mismo lugar.