El pastor Andrew Stoecklein, de la Iglesia Inland Hills en Chino, California, Los Ángeles, se quitó la vida por depresión y ansiedad, de acuerdo a The Christian Post. Stoecklein, de 30 años, quien estaba casado y tenía tres hijos, falleció el pasado sábado 25 de agosto tras una lucha contra la depresión. La iglesia confirmó la noticia del fallecimiento de Stoecklein, por medio de las redes sociales.
Este hombre que ven aquí junto a su esposa y tres hermosos hijos era el Pastor Andrew Stoecklein, tenia solo 30 años y un gran ministerio e iglesia. El viernes en la mañana el Pastor Andrew intento quitarse la vida y el sábado en la noche murió. Predicaba sin falta cada fin de semana, mostraba su mejor sonrisa en cada momento que pudo, pero luchaba en secreto cada día con una fuerte depresión y ansiedad.
A veces los pastores se dedican 200% a la gente, y aunque existen una gran mayoría de personas agradecidas en el camino, también escuchamos algunos que esperan y exigen perfección del líder, otros que piensan que el pastor debe aprender a vivir bajo presión constante, acostumbrarse a las exigencias, y no demostrar debilidad, que debe aguantarse la tristeza propia y solucionar primero el problema ajeno, que el pastor sea sensible, y que sienta empatía por todos.
La depresión es real, y los pastores no están exentos ni son defectuosos los que la experimentan. A continuación hay un artículo digno de mención que creo que muchos pastores compartirían, pero que parecería débil o egoísta.
En esta generación, se espera que los pastores sepan manejar negocios, sean celebridades, predicadores de Instagram, totalmente accesibles, profundamente espirituales, no demasiado jóvenes, no demasiado viejos, y si un pastor no está a la altura de las expectativas de alguien en un momento dado, reciben una calificación de dos de cinco estrellas en Google. ¡Wow! ¡Hemos reducido el ministerio a estrellas en Google! Permítanme recomendarles que oren por su pastor y apoyen fielmente a su iglesia.
Ser un pastor líder lleva consigo un conjunto único de cargas y estrés que yo personalmente he experimentado.
No justifico la decisión del pastor, pero lo entiendo. En algún momento de mi vida he atravesado momentos difíciles siendo pastor y he tenido que callar, y solo esperar en Dios, derramamos lagrimas por gente que nunca dirá algo positivo de ti. Nos desvivimos por personas que luego nos enteramos lo mal que habla de nosotros a cambio, le damos oportunidades a personas que nos traicionan, y abrazamos en muchas ocasiones a personas que nunca oran por nosotros. Nos toca la difícil tarea de como Jesús lavarle los pies a Judas, sabiendo que es la misma noche en que ira corriendo a venderlo y traicionarnos
Este post no es una justificación, solo que llevo años viendo tantos amigos pastores que han cometido errores, y después de llevar una vida predicando y proveyendo restauración desde un púlpito, cuando ellos caen nadie le ofrece restauración a ellos, al contrario hay una fila de personas para enjuiciarlo. ¡NO CUENTEN CONMIGO EN ESTO!
Así que la próxima vez que sientas el deseo en tu corazón de juzgar a tu pastor porque notaste que no es perfecto:
No olvides que el también sufre cuando lo traicionan.
No olvides que el también tiene problemas familiares.
No olvides que el también tiene luchas y pruebas.
No olvides que a el también le gusta que lo visiten.
No olvides que el también se enferma.
Sobre todo nunca olvides que es tu pastor y que te ha alimentado con pasto fresco por mucho tiempo.